lunes, 16 de enero de 2012

Tercera parte

No recuerdo bien cuanto paso, si algo se pierde con el tiempo es la memoria, se vuelve traicionera y lo que recuerdas con certeza son aquellos momentos que te marcaron, que dejaron marca en ti de dolor o felicidad.
De un día para el otro recuerdo que aquellos rostros desconocidos pasaron a tener nombre, y a ser amigos, aquellos momentos de nervios que me causaba ir a la escuela desaparecieron. Hablaba con todos, chicos y chicas de diferentes grupos, y entendí que sí... había encontrado mi lugar, me conocían todos como era como persona y me sentía lo más cómoda con ello, aquel lugar se transformo en mi segundo hogar. Por fin aquellas ideas de que la escuela eran de tortura: desaparecieron, las cosas se dieron bastante bien ese año, encaje en todo el curso como un pieza perfectamente hecha para ese rompecabezas de gente desconocida, descubrí con el tiempo que no era la única nueva si no que habían entrados tres chicos más conmigo, que también ya habían encontrado su lugar. Fue un año lleno de risas y alegría, eso recuerdo de séptimo,después las vacaciones se pasaron volando y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba en octavo.

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